PARA ELLA QUE SIEMPRE LA RECORDARE

Cada barrio tiene sus personajes, sus leyendas, mitos, héroes y villanos. Casi como una especie de telenovela de Televisa en la que los actores jamás deciden salirse de su rol y permanecer y actuar acorde a su guion. Bajo esa premisa me crié yo, lleno de historias desconcertantes y personajes momentáneos que por el simple hecho de poseer un factor de poder ganaron mi admiración.
Sabina era una de ellas. Tenía loquera, deambulaba por el centro insultando personas y rascándose continuamente sus nalgas. Debió haber tenido unos 40 años y siempre traía un vestido de novia (desconozco la causa de su loquera y todo lo de su vida) y nunca se aseaba aparte de que siempre andaba pelona. Jamás la vi pidiendo dinero pero tampoco la vi robando ni teniendo problemas con la policía. Quizás ustedes la recuerden (los que viven en Matamoros) siempre deambulaba por la calle 11 y Abasolo. Yo sentí siempre una enorme atracción hacia ella, no por su físico ni nada de eso, sino por su complejidad de ver la vida en las tardes. Recuerdo que yo cuando salia de la prepa me dirigía hacia la calle 11 a esperar la pecera y al llegar la encontraba sola, olorosa a mugre, viendo como pasaban las personas apresuradas a llegar a sus casas o trabajos, ver las peceras moverse continuamente y relacionarse visualmente con la red social baja de la ciudad. Y no lo digo para conmover, sino por que fue totalmente real
Nunca tuve la inteligencia suficiente de negociar palabras con ella. Sin permiso alguno entraba yo en su mundo visual captando todo lo que ella veía y tratar de relacionar su loquera con lo metódicamente visto por mi, pero al parecer nunca funciono, jamás entendí su loquera o comportamiento. Con ella compartí bastantes ideas mientras esperaba la pecera mirándola a ella fijamente.
Hoy desapareció
Murió por causas desconocidas
Apareció en el centro su cuerpo tirado en una de sus tantas partes donde dormía. Agarraba la noche donde mas le gustaba y sin titubear se dormía por horas hasta el amanecer, que tempranito íva de casa en casa, basurero en basurero recolectando pedazos de pan triturados o aun sin caducar solo para comer. En un cerrar ya jamás podrá abrir y volver a ver la luz Sabina. ¿Como se su nombre si jamás le hable? Todos la conocían en el centro, los vendedores de fruta, personas que ponen sus puestos en el centro cada día convivían con ella y por ende sabían su nombre. Entonces hago hincapié y pido 1 minuto de silencio a aquella persona que nadie la fue a ver a su funeral y murió con honores pobres y sola
Sabina, estés donde estés yo te recordare como aquella señora que observaba a las peceras pasar como relámpagos, ver la sociedad de una manera como la veo yo, silencioso y sumiso sin adaptarme a su modus operantus.
Ojala y tengas una mejor vida
Raphael